El daño de equipos eléctricos es la consecuencia que más lamentan los habitantes de El Tigre, al sur del estado Anzoátegui, por los frecuentes apagones que registran en la entidad.
Las distintas comunidades del municipio Simón Rodríguez reportan fluctuaciones de electricidad que pueden replicarse hasta 7 veces en dos días.
Uno de estos casos es expuesto por Argel Fernández, residente de la urbanización Paso Real, a quien le dejó de funcionar un decodificador de televisión y recientemente el Cpu de la computadora, como resultado de las fallas.
Para reparar el decodificador, Fernández invirtió 10 dólares, “y porque fue un conocido quien lo hizo”. Mientras que el Cpu primero debe mandarlo a revisión y pagar una suma adicional.
El problema, a su vez, lleva a Fernández a suspender los trabajos de edición y montaje que desarrollaba en el ordenador y ahora debe probar otras herramientas, como su teléfono celular.
Indira Ranmarine es otra perjudicada, en la calle 17 del sector Pueblo Nuevo Sur, quien jocosamente refiere que aunque no se le ha quemado ningún aparato, sí se le han “quemado varias neuronas” por el estrés de las interrupciones diarias del servicio, que pueden extenderse por 4 o 5 horas.
“He tenido que cambiar mis horarios para trabajar haciendo tortas de noche o de madrugada porque en el día no se puede confiar que no la quiten”, expresó.
Débiles protecciones
Argel Fernández manifesta que aunque los bajones de luz eléctrica son seguidos, a veces son imperceptibles “y si uno no está en casa no se puede hacer nada”, dijo refiriéndose a que los sistemas de protección tampoco garantizan una conservación completa.
En este sentido y con suerte, lo que más resulta seguro es desenchufar a tiempo, para preservar la vida útil de los equipos.
